El estilo exótico ha sido muy polémico en México. Desde que Gardenia Davis lo trajo a nuestro país en los cuarentas, muchos luchadores “perfumados” han dejado huella entre la afición, tanto por sus rudezas como por su técnica, pero más aún por su picardía e ingenio en el ring.
Uno de los casos más memorables es el de Andrés Rodolfo Reyna Torres, quien logró destacar en el bando rudo, pero como exótico bajo el mote de Rudy Reyna.
El también conocido como “La mamá de los exóticos” (por haber apadrinado a la generación de los noventas conformada por Pimpinela Escarlata, May Flowers y Casandro) marcó toda una época desde los setentas y los ochentas al lado de Sergio el Hermoso y Bello Greco, pero en especial al lado de su “machín” Rizado Ruiz.
Nacido en San Luis Potosí, Reyna tuvo que demostrar su valía en el ring aguantando discriminación y abriendo puertas para mucha gente, que por sus ocurrencias se rendían ante el exótico. Después de tener varios tropiezos en luchas de apuestas, se le fue dejando de ver de apoco en el centro del país.
En entrevista publicada en SÚPER LUCHAS #424 (1º de agosto de 2011), Reyna contó que se alejó de los rings para cuidar a su madre enferma, quien falleció a los 104 años:
“Creo que no hay motivo más moral por el cual me hubiera retirado. Me iba a luchar, pero no estaba a gusto, estaba con el pendiente; por eso mejor ya no quise saber nada de la lucha, preferí mil veces ver a mi madre, atenderla. Pero no me arrepiento, estoy feliz de la vida porque murió en mis brazos un domingo 19 de octubre, en mi casa”.
En esa entrevista también habló de la escuela exótica:
“Dejé buena escuela y los dejé bien aquí en México, a Pimpinela y a May Flowers, que fueron a los que yo traje para aquí, a México. Casandro llegó de Tijuana, de Rey Misterio Sr., pero a Pimpinela y a May yo me los traje de Monterrey al Toreo y a la Triple A. Ellos sí saben luchar, son luchadores de verdad, y era lo que yo buscaba, porque yo, como exótico, venía bien preparado por René Guajardo. Eso fue lo que motivo más a los promotores y empresarios de toda la república mexicana. Le doy gracias a dios y al señor (Héctor) Valero Meré, que aunque ya no vive, era el que tenía (la plaza luchística de) Cuautitlán. Ahí fue donde empecé yo”.
El 4 de septiembre de 2011, la empresa Legend le organizó su lucha de retiro en la Arena Naucalpan, la cual, desafortunadamente no pudo concluir, ya que se fracturó el brazo durante el desarrollo de la misma. Legend se hizo cargo de todos los gastos de Reyna durante los meses en los que tuvo que quedarse en el DF.
Reyna decía entonces a SÚPER LUCHAS qué es lo que le dejaba la lucha libre:
“Muchas satisfacciones, recuerdos bonitos, y lo más grande que me ha dejado es seguir viviendo con salud. No tengo lesiones de gravedad, tengo 42 años de luchador… Y de edad, pues ya es una edad para que ya diga adiós, porque mis rodillas ya no me responden igual, ya no tienen la misma flexibilidad que antes. En noviembre cumplí 64 años, entonces creo que ya es justo que le dé paso a los demás y me retire definitivamente de todo esto.
“Ni amargado, ni arrepentido, yo quiero mucho a la lucha, trato de aconsejar a los compañeros que yo mismo inicio, les rectifico todo, que estén bien preparados para que cuando aparezcan en una arena grandecita vayan a lo que van, y los acepten como luchen, porque van bien preparados”.
Tras muchos padecimientos por la fatal diabetes, Rudy Reyna dejó de existir hace unas horas. Todo el equipo de SÚPER LUCHAS se une a la pena que embarga a toda su familia y amigos.